Una aventura de verano… ¿o un nuevo comienzo? Desde que los acantilados que rodeaban su hogar mediterráneo reclamaron la vida de su esposo, Jeanne-Marie Rousseau se había ocupado ella sola de su hijo pequeño, Alexander. Hasta que el atractivo Matthieu Sommer llegó para alojarse en su acogedor hostal, había logrado mantener su corazón a salvo. Alexander estaba encantado con Matt, y el brillo de sus ojos ayudó a Jeanne-Marie a volver a sonreír, aunque estaba segura de que el temerario escalador sólo quería una aventura de verano. Pero ¿y si los bailes a la luz de la luna y los paseos por la playa eran sólo el principio?
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